Cuando Tú Naciste
Cuando tú naciste
debió pararse el mar
por no hacer ruido
y se hizo brisa el aire
para poder acunarte;
el cielo se abrió
para mirarte
y un rayo de luz
bajó para besarte.
Cuando te vi
se paró el tiempo
y se posó el silencio
sobre el aire
y mientras te miraba
sentí un látigo en el pecho
un hambre en la mirada
una sed desconocida
un júbilo insaciable
Y al fin aquella tarde
en que volví a tu encuentro
el mar se paró otra vez
para otra vez mirarnos
y el silencio del aire
despertó nuestros recuerdos
y sentí que amaba por primera vez;
que alargaba la mano, y lo tocaba
como quien toca el amor, con la mirada.
O quizá fue el vacío que aquel cuarto
el olor tu fragancia sobre el aire
o el dolor de la ausencia que dejaste
a solas en medio de la noche.
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