Entre tu espacio y el mío
entre un café y tu mirada
existe un mundo encendido
que sin descanso, te llama.

He llegado a sentir amor, algunas veces
pero nunca me he sentido tan desnudo
como cuando tu voz no me acompaña
como si no saliera el sol, pero amanece.

Añoro tu olor de azahar y lirios
tu piel mojada de rocío
los sonidos del mundo derramándose en tus labios
encendiendo los míos, de los tuyos, ebrios

Y es que te amo
no porque se acerque ya el otoño
sino porque empecé a amarte en una primavera
cuando el amor era tan simple, como llevarte de la mano…

…cuando mis labios aún vírgenes
morían por tus labios.