Eterno
Quisiera perseguirte, eterno
y abrazar las noches a tu cuerpo
con mis manos livianas
acariciándote la piel
como hojas en su baile con el viento
Quisiera marcar mi huella con tus pasos
y saciar juntos la furia de la noche
perseguir cautivo tu voz en la penumbra
gastar mis labios con tu nombre
y saciar la sed en el aljibe de tus besos
Porque la ausencia de tu boca me devora
y mi voz te reclama entre las sombras;
porque te guardo, amor, de parte a parte
con tus besos como única fortuna
en los blancos espacios de mi pecho.
No hay más norte que allí donde tú habitas
ya mis naves duermen varadas
(pues en ti quiero quemarlas)
en las entrañas de tus mares
en las bahías de tu cuerpo
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