En Esta Hora Temprana

En esta hora temprana
en que no es de noche
ni amanece
despiertas silenciosa
y atraviesas todo
como una luz doliente.

Envuelta aún en mi sueño
estrechas mis manos
e imagino tus ojos
grandes como ciudades
negros como azabache
elevándose en la sombra.

No quiero despertar
quiero tu recuerdo aquí, conmigo
guardarte siempre en la delicia
de saber que me acompañan
tu corazón y tu mirada.

Poco a poco vuelvo a adormilarme
y vuelvo a embriagarme en tu belleza
(porque tú eres bella y lo eres para siempre)
y recito tu nombre nuevamente
como una promesa, como un río
feliz, sobre tu oído.

Despierto y de repente ya es Domingo…
…Ya falta menos para verte.

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Todas Las Formas De La Dicha La Luz De Su Inocencia

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