Ayer Viniste A Mí
Ayer viniste a mí
entre las olas blanquecinas de mis sueños
toqué tus manos y bailamos en la noche
mientras rompíamos la frontera de los labios
para ser al fin solo una boca; un solo beso.
Ayer fui tierra en tus orillas
mar inmenso, atenuada luz
cálida marea suspendida en el silencio;
no existía ni futuro, ni pretérito
tan solo el amor de ese momento.
Hoy amanecí sin ti
con el recuerdo de tus labios en mi boca
feliz de recordar un instante tan hermoso
con la misma sensación de quien recuerda el mar
cuando lo vio aquella vez, siendo aún pequeño.
Mas pronto descansará tu pecho en mi costado
y tu nombre aleteará en el calor del aire;
pues se llega ya la hora en que de nuevo viviremos
y ya no seremos más
tan solo dos amantes apresados en un sueño.
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