Al Fin, Fuimos
¿Qué pasó ayer, amor,
que volvimos de la nada?
Yo que ayer era la sed en el desierto
hoy soy la boca que tu piel desviste;
savia en tu vientre saturado de rocío
tormenta enmudecida
en el calor de tus entrañas.
Acaso amor, te haya guardado
-indemne-
como un cántico en el alma
como un fuego latente
dormido entre la brasa.
Y es que Ayer nos vestimos
del calor voraz de las pasiones
y al fin, fuimos.
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