Tu nombre como rocío
navega por mis venas;
eres en mí, como la tierra
como el trigo, como la avena.

Me quiebra tu voz
si la imagino en el silencio;
alas de fantasía me nacen
cuando me llega tu recuerdo.

El viento me trae aromas
de ciudades ya sin nombre
donde un día nos perdimos
y volveremos a encontrarnos.

Una mariposa, un hálito en mi sangre
una difuminada sombra te libera
y te veo en mi memoria
-tan cerca de mí estás-
que pienso que podría tocarte
tan solo con girarme…

…El tiempo se mide por tu ausencia
la felicidad, por tus ojos de canela.