Tu Cuerpo En La Memoria
Desde mi cielo
hasta su boca
como si fuera viento
me enredé en ella
sin remedio.
Desordenados besos
rostros bajo el fuego;
ella viene a mí
-despacio-
todo se vuelve risa
para después, todo silencio.
Me arrodillo
y toca mi alma
como si fueran flores
como nube solitaria
volando azul,
ahogándose en el viento.
Ya me entregué sin más demora
ya encerré el libro de los miedos
no existe otra manera…
…sus párpados cierran ya mi pecho
mientras vuelvo del eco de sus labios
mientras grabo su cuerpo en la memoria.
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