Esquirlas En El Alma
Sólo puedo escribirte, amor
salvo en la noche
o salvo al alba;
sólo cuando no hay ruido
cuando callan los grillos
y me viene tu recuerdo
como un tremor antiguo.
Ahí puedo escribirte, amor
en el calor de la palabra;
me embeleso en su locura
y siento cómo a veces,
las letras se hacen sangre
y otras, resignadas
se hacen lágrima.
Me vienen pensamientos como
«son tus ojos dos ventanas a la luz»
o
«nunca supe qué era el aire
hasta que al fin te respiré»
o
«mi cuerpo empieza en ti
y en ti se apaga»…
Así puedo escribirte, amor
con la palabra;
esa que empieza siempre con tu nombre
la misma que se clava, siempre,
como esquirlas en el alma.
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